martes, 17 de agosto de 2010

La asombrosa realidad de las cosas

La asombrosa realidad de las cosas
es mi descubrimiento de todos los días.
Cada cosa es lo que es,
Y me cuesta explicar lo mucho que me alegra eso
Y lo mucho que me basta.

Basta existir para ser completo.
He escrito muchos poemas.
He de escribir muchos más, naturalmente.
Cada uno de mis poemas dice esto,
Y todos mis poemas son diferentes,
Porque cada cosa que hay es una manera de decir esto.

A veces me pongo a mirar una piedra.
No me pongo a pensar si ella siente.
No se me ocurre llamarla mi hermana.
Pero gusto de ella porque es una piedra,
Gusto de ella porque no siente nada,
Gusto de ella porque no tiene parentesco ninguno
conmigo.

Otras veces oigo pasar el viento,
Y encuentro que sólo para oír pasar el viento vale la
pena haber nacido.

Yo no sé qué pensarán los demás leyendo esto;
Pero encuentro que esto debe estar bien porque lo
pienso sin esfuerzo,
Sin pensar en otras personas oyéndome pensar;
Porque lo pienso sin pensamientos,
Porque lo digo como mis palabras lo dicen.
Una vez me llamaron poeta materialista,
Y yo me admiré, porque no creía
Que se me pudiese llamar algo.
Yo ni siquiera soy poeta: veo.
Si lo que escribo tiene valor, no soy yo quien lo tiene:
El valor está allí, en los versos.
Todo eso, que dependa de mi
voluntad.

Fernando Pessoa. (Alberto Caeiro).



Texto tomado de: Fernando Pessoa, antología poética, Editorial Argonauta, Buenos Aires, Argentina 2004. Páginas158 y 159.

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